El obispo Garciandía viene trabajando en una ruta de peregrinación entre lugares de veneración al arcángel que ha crecido hasta implicar a toda Europa
Siendo capellán de San Miguel de Aralar, a Mikel Garciandía le llegó la inspiración de trazar una ruta de peregrinación entre los santuarios dedicados al arcángel, buscando los frutos de un viaje interior parecido al Camino de Santiago. De esta forma, la iniciativa Los Caminos del Arcángel San Miguel echó a andar en un primer momento con la coordinación entre España, Francia e Italia para que los viajeros confluyeran en Roma de cara al Jubileo de los Jóvenes que tendrá lugar el próximo año, uniendo, «en una red coherente, santuarios micaélicos, catedrales, monasterios y parroquias de Europa para acercar a los jóvenes del mundo a Cristo y equiparlos con las armas de la luz para que venzan al mal», explica Garciandía, en conversación con ECCLESIA. Así, se pasaba por el Jubileo de visitar la tumba del apóstol Santiago a rendir tributo a las de Pedro y Pablo.
Se establecieron contactos y acuerdos con la abadía del Mont-Saint-Michel y el santuario di San Michele Arcangelo, santo y seña de la Línea Sacra Micaélica, recta perfecta entre Irlanda y Tierra Santa en la que a lo largo de los siglos se han ido erigiendo los principales lugares de devoción al príncipe de la milicia celestial. Según la leyenda, esta línea marca sobre la tierra el golpe de espada con que el arcángel envió al infierno al diablo.
El proyecto se desarrollaba con ilusión y optimismo, hasta que la cosa se complicó… para bien. A Mikel Garciandía lo nombró el Papa obispo de Palencia, asumiendo el grupo de trabajo de Santuarios y Peregrinaciones de la Conferencia Episcopal Española. Y presentó la Ruta de San Miguel tanto en la Santa Sede como en Madrid. La iniciativa gustó. Tanto, que se ha elevado al Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), aprovechando la gran devoción al arcángel de los ortodoxos por todo el continente.
Del 19 al 22 de septiembre se celebra en Santiago el encuentro de Jóvenes del CCEE, y allí Mikel Garciandía expondrá las líneas maestras de lo que ha devenido un ambicioso proyecto bajo el título Roma 2025, Santiago 2027, Jerusalén 2033. «No hemos querido dejarlo solo a nivel de san Miguel, sino que pretendemos que todos los lugares relevantes del cristianismo lleguen a estar conectados tanto física como digitalmente, haciendo que sean los propios jóvenes quienes debatan y apuesten por un modelo capaz de hacer atractivos en las redes estos caminos, siempre en clave de evangelización», subraya el prelado.
Entonces será cuando el CCEE asuma y se pronuncie sobre esta iniciativa de enorme calado que promueve «una Europa entretejida en clave cristiana, donde los jóvenes que salgan a los caminos puedan encontrar acogida y evangelización. Los santuarios no son lugares aislados, sino jalones dentro de un camino. Dando la responsabilidad a los jóvenes, pasamos de una pastoral para jóvenes a una pastoral de jóvenes». Nuevas ideas, como enviar parejas de misioneros a los caminos a evangelizar, se están planteando ya en los grupos de discusión con la vista puesta en el Jubileo de 2033. Santiago, Roma y Jerusalén, los tres destinos por excelencia de la cristiandad, unidos, aunque, como sabe el peregrino, lo importante es quién nos espera en el camino.
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