El presidente de la Conferencia Episcopal, así como el secretario general, han enviado una carta al arzobispo de Valencia y al administrador diocesano de Albacete
El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Argüello, y el secretario general, monseñor Francisco César García Magán, han mostrado su dolor y cercanía ante la tragedia provocada por la Dana en sendas cartas remitidas al arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, y al administrador diocesano de Albacete, Julián Ros.
Por el momento, las lluvias torrenciales que azotan el este de España han dejado al menos 70 fallecidos y decenas de desaparecidos; además de numerosos daños materiales.
En nombre de todos los obispos, les han querido hacer llegar «nuestras sinceras condolencias por las pérdidas humanas, así como nuestra cercanía y oración por todos los que están sufriendo los daños materiales o físicos ocasionados por este tipo de situaciones catastróficas», según recoge el escrito. En el mismo, además, ruegan que hagan llegar también «nuestras condolencias y oraciones» a sus diocesanos y, muy especialmente, a las familias afectadas.
Desde primera hora de la mañana, monseñor Argüello ha transmitido a través de sus redes sociales sus «condolencias y oración por los fallecidos y todos los damnificados», ofreciendo todo «el compromiso de ayuda de la Conferencia Episcopal Española» a los afectados, invocando a la Virgen de los Desamparados para que «consuele y sostenga a todos».
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